
Parte de la GRANDEZA del mundo que nos
rodea radica en las cosas infinitamente pequeñas que hay en él. Hay todo
un submundo de formas, texturas y colores que muy pocos han tenido la
suerte de conocer de muy cerca.
Como una de las finalidades de la fotografía consiste en capturar testimonios, aportar pruebas de lo maravilloso que es este mundo y divulgar la belleza de las cosas pequeñas que nos rodean, hoy te invito a acompañarme en una expedición en la que vamos a convertir a un insecto en protagonista.
Como una de las finalidades de la fotografía consiste en capturar testimonios, aportar pruebas de lo maravilloso que es este mundo y divulgar la belleza de las cosas pequeñas que nos rodean, hoy te invito a acompañarme en una expedición en la que vamos a convertir a un insecto en protagonista.
¿Por qué nos gusta fotografiar insectos?
Los insectos constituyen un buen sujeto
de fotografía. Ofrecen unas composiciones espectaculares de forma
natural. Tanto sus atractivas combinaciones de color con que les ha
dotado la naturaleza como su complexión y forma física digna de una
película de ciencia-ficción convierten los insectos en uno de los
mejores sujetos que un fotógrafo puede retratar.
Fotografiar insectos es interesante, también, en el sentido de que nos convierte en una especie de exploradores en busca de pequeñas expresiones de la belleza de esta Madre Naturaleza. La sensación de volver de una expedición fotográfica y poderle enseñar al mundo la pinta, la cara, los ojos y “la armadura” de una criatura que pocos han visto, es extremadamente gratificante. No tienen que ser especies raras o en vías de extinción, ni insectos que nadie haya visto antes. Basta con conseguir un buen retrato de una mariquita o una hormiga trabajadora en plena faena. Cualquier insecto o ser diminuto es susceptible de despertar el interés del espectador.
Fotografiar insectos es interesante, también, en el sentido de que nos convierte en una especie de exploradores en busca de pequeñas expresiones de la belleza de esta Madre Naturaleza. La sensación de volver de una expedición fotográfica y poderle enseñar al mundo la pinta, la cara, los ojos y “la armadura” de una criatura que pocos han visto, es extremadamente gratificante. No tienen que ser especies raras o en vías de extinción, ni insectos que nadie haya visto antes. Basta con conseguir un buen retrato de una mariquita o una hormiga trabajadora en plena faena. Cualquier insecto o ser diminuto es susceptible de despertar el interés del espectador.
Herramientas
Para fotografiar insectos en toda regla necesitas principalmente una cámara réflex (si todavía no tienes una aquí tienes algunas recomendaciones) y un buen objetivo Macro.
Existen accesorios alternativos o complementarios, como son los tubos de extensión, los filtros Macro, etc. Son alternativas baratas. Si no hay más remedio se pueden utilizar, pero si se puede contar directamente con un objetivo Macro te aseguro que el resultado no será el mismo (algunas recomendaciones de objetivos Macro aquí).
Existen accesorios alternativos o complementarios, como son los tubos de extensión, los filtros Macro, etc. Son alternativas baratas. Si no hay más remedio se pueden utilizar, pero si se puede contar directamente con un objetivo Macro te aseguro que el resultado no será el mismo (algunas recomendaciones de objetivos Macro aquí).
Si lo único con lo que cuentas es con
una cámara de fotos compacta, no hay problema. Se pueden conseguir
grandes resultados con este tipo de cámaras también, disparando en modo
“Macro”. Lo único es que los resultados Macro de una réflex no tienen ni
punto de comparación.
Iluminación
Si te estás tomando lo de la fotografía
Macro en serio, un accesorio que sí te recomendaría es el flash. Existe
un tipo de flash especialmente concebido para fotografía de insectos,
llamado el flash anular o circular. Es un flash justamente en forma
circular, se suele colocar cerca del objetivo, normalmente rodeándolo,
para así cubrir de luz la totalidad del cuerpo del insecto de manera
uniforme.
El beneficio principal que te permite un flash de este tipo, aparte de que el diminuto sujeto salga bien iluminado, es que te da libertad absoluta para jugar con la velocidad de disparo a tu antojo. Puedes utilizar una velocidad de disparo elevada sin miedo a que la foto te salga subexpuesta. Recuerda que disparar a velocidades relativamente elevadas ayuda a evitar caer en una foto borrosa.
El beneficio principal que te permite un flash de este tipo, aparte de que el diminuto sujeto salga bien iluminado, es que te da libertad absoluta para jugar con la velocidad de disparo a tu antojo. Puedes utilizar una velocidad de disparo elevada sin miedo a que la foto te salga subexpuesta. Recuerda que disparar a velocidades relativamente elevadas ayuda a evitar caer en una foto borrosa.
Lugares donde localizar insectos

Como punto de partida te puedo decir que a las libélulas y cachipollas les encanta el agua, así que si te interesa retratarlas dirígete a un estanque o lago y empieza desde ahí. En cambio las mariposas y abejas disfrutan alimentándose de las flores así que búscalas allí, en cualquier parque público, jardín o zona verde donde abunden las flores.
Consejos y trucos para fotografiar insectos
- Dispara desde su misma altura: No dispares tus fotos de insectos desde arriba, tipo vista de helicóptero. Obtendrás una fotografía mucho más viva y real si disparas desde la misma altura del insecto. Además, recuerda que estás haciendo del pequeño insecto un protagonista, así que haz que se note su protagonismo, fotografíalo desde su misma altura.
- Destaca sus elementos interesantes: Piensa en qué elementos, partes de su cuerpo o aspectos de su actividad le hacen al insecto interesante e intenta resaltarlos a través de la composición. Si es una mariposa intenta destacar su delgada trompa mientras se alimenta de las flores. Si es una hormiga, captúrala en una pose de trabajo y actividad, empujando un granito tal vez o transportando comida.
- Es como ir de pesca. Hay que ser paciente:
La fotografía de insectos pone a prueba al más paciente de los hombres.
Si vas a salir de excursión tienes que ir mentalizado. Habrá días en
que tengas suerte y puedas retratar a muchos insectos, y otros en que
vuelvas a casa con muy pocas fotos o incluso ninguna. Estos bichos son
muy imprevisibles. A ratos y dependiendo del insecto, éste te parecerá
muy colaborativo y se dejará fotografiar. Otros días no tendrás tanta
suerte y andarás corriendo detrás de cada insecto sin conseguir una sola
foto decente. Por no hablar del momento “Qué bien, ya estoy en casa, me pego una ducha y a disfrutar de mis fotos en el ordenador”
para llevarte después auténticos chascos. En fotografía de insectos es
muy típico volver a casa con 200 fotos y acabar guardando sólo 4 y
borrando el resto por falta de calidad, fotos borrosas, subexpuestas,
movidas, desenfocadas, etc.
Sé paciente.
Cuándo es el mejor momento para fotografiar insectos

Por otro lado, por la mañana temprano los insectos son menos activos y tienen menos predisposición a huir, aprovecha ese momento ya que en cuanto empiezan a calentarse con los primeros rayos de sol se llenan de alegría y ya no hay quien los pille.
Ajustes para una correcta fotografía de insectos
Todos los preparativos y todo el
esfuerzo que has invertido se pueden ir al traste si te equivocas en los
ajustes de la cámara. Esto es como todo, conviene ir probando,
experimentando, y aprendiendo sobre la marcha, cada día, cada situación y
cada tipo de luz requerirá unos ajustes ligeramente diferentes. Aun así
me gustaría darte una recomendación de ajustes más o menos “genéricos”
que te servirán como punto de partida. Luego tú vas modificando a tu
gusto.
En principio conviene disparar en modo Manual (M) o a lo sumo Semimanual con Prioridad de Apertura (Modo A en las cámaras Nikon, Av en Canon y otras marcas).
Si vas a emplear un objetivo Macro se recomienda tirar entre f/11 y f/16. Con otros objetivos no Macro la elección de la apertura es ya un tema más libre de cada uno, si quieres un enfoque general tiras con aperturas más pequeñas (valor f/ elevado), y si quieres conseguir un enfoque nítido únicamente en parte del cuerpo del insecto (ojos por ejemplo) utilizas una apertura más grande (valor f/ pequeño).
La velocidad de disparo va a depender de las condiciones de luz. Si haces la foto por la mañana temprano o por la tarde necesitarás forzosamente disparar a velocidades elevadas, a partir de 1/400 como mínimo. Si es al mediodía yo bajaría a 1/100 como punto de partida.
Obviamente ten el valor ISO al mínimo posible, a menos que necesites más luz en cuyo caso súbelo pero ligeramente.
En principio conviene disparar en modo Manual (M) o a lo sumo Semimanual con Prioridad de Apertura (Modo A en las cámaras Nikon, Av en Canon y otras marcas).
Si vas a emplear un objetivo Macro se recomienda tirar entre f/11 y f/16. Con otros objetivos no Macro la elección de la apertura es ya un tema más libre de cada uno, si quieres un enfoque general tiras con aperturas más pequeñas (valor f/ elevado), y si quieres conseguir un enfoque nítido únicamente en parte del cuerpo del insecto (ojos por ejemplo) utilizas una apertura más grande (valor f/ pequeño).
La velocidad de disparo va a depender de las condiciones de luz. Si haces la foto por la mañana temprano o por la tarde necesitarás forzosamente disparar a velocidades elevadas, a partir de 1/400 como mínimo. Si es al mediodía yo bajaría a 1/100 como punto de partida.
Obviamente ten el valor ISO al mínimo posible, a menos que necesites más luz en cuyo caso súbelo pero ligeramente.
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