miércoles, 21 de agosto de 2013

Hoy vamos hablar sobre: La Profundidad de Campo: Gráfico Explicativo




Profundidad de Campo
Si quieres empezar a trastear con el modo manual y semimanual de tu cámara réflex, necesitarás conocer un concepto muy importante llamado “Profundidad de campo”.
Si sigues los tutoriales del Blog del Fotógrafo te acordarás de que en más de una ocasión nos hemos referido a este concepto, por ejemplo para producir fotografía de retratos la profundidad de campo es algo clave.

¿Qué es la profundidad de campo?

Explicada llanamente, la profundidad de campo es la zona de la imagen que está nítida o bien enfocada, en contraste con otras zonas de menor enfoque.
Como bien sabes, en cualquier encuadre el objetivo puede enfocar únicamente un punto, no varios. Eso sí, ese punto enfocado puede ser ámplio o reducido, según nosotros queramos y según nos permitan las capacidades de nuestro objetivo.
La zona de la imágen que aparecerá nítida y estará bien enfocada determinará nuestra profundidad de campo.
Para explicar mejor este concepto tenemos esta tablita en la cual explica un gráfico, muy simple y fácil de entender.
 
A la izquierda puedes ver que hemos conseguido una gran profundidad de campo, de modo que la cámara nos enfoca una ámplia distancia, prácticamente desde los 5 hasta los 15 metros (por ejemplo). En cambio, en la parte derecha hemos reducido muchísimo la profundidad de campo, o sea, la zona bajo enfoque, de modo que en la foto saldrá todo desenfocado excepto lo que haya entre el 9 y el 11 en este caso.

¿Cómo controlar la profundidad de campo?

Sólo hay una manera real de controlar la profundidad de campo: controlando la apertura (diafragma) del objetivo. Seleccionando una apertura pequeña (valor f/ alto) obtenemos una distancia focal muy grande y una amplísima zona enfocada. En cambio, si elegimos una apertura grande (valor f/ muy bajo) conseguiremos una zona de enfoque más pequeña y precisa y por lo tanto una profundidad de campo pequeña.
En las cámaras réflex la única manera de poder controlar la apertura es mediante los modos manuales y semimanuales. Hace tiempo publiqué un artículo explicando cómo utilizar los modos manuales y semimanuales de las cámaras réflex, léelo.

¿Cómo aplicar esto en la vida real?

A continuación te voy a dar ejemplos prácticos en los que la profundidad de campo juega un papel esencial.
Profundidad de campo grande: se suele utilizar generalmente en situaciones en que queremos que todo aparezca enfocado, por ejemplo fotografía de naturaleza, paisajes, montañas, etc.
Profundidad de campo pequeña: La utilizamos en situaciones en que nos interesa captar la atención del espectador y centrarla en un punto concreto, por ejemplo para darle protagonismo al sujeto de un retrato, o para destacar un objeto entre varios. También se suelen usar pequeñas profundidades de campo en la fotografía Macro en la que, al igual que en los retratos, nos interesa realzar un determinado espacio u objeto.
¿Lo tienes claro? Practícalo ;)
Profundidad de Campo
A la izquierda puedes ver que hemos conseguido una gran profundidad de campo, de modo que la cámara nos enfoca una ámplia distancia, prácticamente desde los 5 hasta los 15 metros (por ejemplo). En cambio, en la parte derecha hemos reducido muchísimo la profundidad de campo, o sea, la zona bajo enfoque, de modo que en la foto saldrá todo desenfocado excepto lo que haya entre el 9 y el 11 en este caso.

¿Cómo controlar la profundidad de campo?

Sólo hay una manera real de controlar la profundidad de campo: controlando la apertura (diafragma) del objetivo. Seleccionando una apertura pequeña (valor f/ alto) obtenemos una distancia focal muy grande y una amplísima zona enfocada. En cambio, si elegimos una apertura grande (valor f/ muy bajo) conseguiremos una zona de enfoque más pequeña y precisa y por lo tanto una profundidad de campo pequeña.

En las cámaras réflex la única manera de poder controlar la apertura es mediante los modos manuales y semimanuales. Hace tiempo publiqué un artículo explicando cómo utilizar los modos manuales y semimanuales de las cámaras réflex, léelo.

¿Cómo aplicar esto en la vida real?

A continuación te voy a dar ejemplos prácticos en los que la profundidad de campo juega un papel esencial.
Profundidad de campo grande: se suele utilizar generalmente en situaciones en que queremos que todo aparezca enfocado, por ejemplo fotografía de naturaleza, paisajes, montañas, etc.
Profundidad de campo pequeña: La utilizamos en situaciones en que nos interesa captar la atención del espectador y centrarla en un punto concreto, por ejemplo para darle protagonismo al sujeto de un retrato, o para destacar un objeto entre varios. También se suelen usar pequeñas profundidades de campo en la fotografía Macro en la que, al igual que en los retratos, nos interesa realzar un determinado espacio u objeto.
¿Lo tienes claro? Practícalo ;) 


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