¿Primeros pasos con tu réflex digital?
Aquí tienes 10 consejos...
Tal vez te la hayas comprado hace poco, te la hayan regalado, o la
tengas desde hace más tiempo pero nunca te hayas planteado disfrutar a
fondo de la fotografía. Lo que está claro es que con tu nueva cámara
vas a poder hacer mucho más que fotos anecdóticas
o de recuerdo. Es más, si te propones aprender en serio, posiblemente
te enganches a la fotografía más de lo que crees ahora mismo.
Para todos aquellos recién llegados a la fotografía digital de la
mano de una cámara réflex digital, que quieran aprender a hacer buenas
fotos y lograr expresar algo con ellas,
aquí van unos consejos, desde la experiencia de un aficionado:
1. Usa tu cámara en manual

Los modos automáticos son más cómodos, claro. Pero con los modos
automáticos, es el software de la cámara el que decide qué foto va a
hacer, sin saber qué está fotografiando en realidad, o qué quieres
expresar con ello. Sin embargo, el modo manual sirve
para tener control total sobre tus fotos, y para aprender fotografía.
¡No se puede aprender fotografía con modos automáticos! Es necesario
controlar tú los parámetros de exposición, equivocarte mil veces,
estropear muchas fotos, y aprender de ello.
Mi consejo es que desde el momento en que leas estas líneas pongas el
modo M (manual), y la
ISO
en control manual. Practica hasta que consigas buenos resultados,
aunque eso implique perder muchas fotos en el camino. Entonces (y sólo
entonces) pasa a usar, a veces, los modos Av y Tv, cuando lo necesites
por comodidad o necesidad de rapidez.
Para las ocasiones clave, en que te quieras garantizar buenos
resultados, como una celebración o un evento especial, y si aún no te
desenvuelves bien con el modo M, usa los Av y Tv, y si aún así no
consigues buenos resultados, pasa al modo P, pero no pases de ahí.
Pronto descubrirás algo que muchos desconocen, y es que manejar la
cámara con estos modos es casi tan sencillo como el modo automático, y
te permite conseguir los resultados que tú deseas conseguir.
2. Céntrate en aprender lo básico
Tu cámara tiene montones de botones y tu manual montones de páginas.
Sin embargo, muchas cosas son inicialmente prescindibles, y merece la
pena ir avanzando de forma paulatina y ordenada. Comienza con lo
importante, y deja lo demás para más adelante, que no hay ninguna prisa:
- Lo primero, controlar la exposición con el diafragma, la sensibilidad ISO y la velocidad de apertura. Aunque a la ISO
tradicionalmente (herencia de las cámaras analógicas) no se le ha dado
tanta importancia, tiene la misma que los otros dos, a efectos
prácticos.
- Aprende a seleccionar el punto de enfoque central, el balance de
blancos automático y la medición ponderada al centro. Más que nada, para
saber dejarlos en su configuración inicial y no cambiarlos.
- Aprende a enfocar y reencuadrar. En la mayoría de
cámaras, si pulsas a la mitad el disparador, la cámara enfoca lo que
esté ubicado en el punto de enfoque (inicialmente no hace falta que uses
otro diferente al central). Deja el disparador en esa posición hasta
que reencuadres y completes el disparo. Trata de mantener esta práctica
con cada foto que hagas, y acostúmbrate a descentrar el sujeto principal de la foto.
- Olvídate de opciones avanzadas, de los estilos de
imagen, de los botones para impresión, de los modos de enfoque, de los
menús interminables, el bracketing, la compensación del flash, etc.
- La composición sí es importante, aunque no se
controle con ningún botón. No dejes al sujeto principal de la foto
centrado en la imagen. Descéntralo un poco, tratando de buscar el
equilibrio con el resto de elementos. Si te propones esto como principio
básico en todas tus fotos, pronto notarás grandes diferencias en ellas.
3. No uses el flash
El uso del flash no está proscrito, ni mucho menos. Es más, es un recurso muy útil para ciertas fotografías. Pero
inicialmente, es mejor olvidarse de que existe.
El flash de tu cámara se dispara siempre con la intensidad apropiada
para que esa foto en concreto quede bien expuesta. Sin embargo, la luz
que arroja es fea, dura y artificial, y en escasísimas ocasiones es
realmente necesario emplearlo.
En cuanto descubras que elevar la sensibilidad
ISO
o abrir el diafragma te permiten hacer fotos sin trepidación en casi
cualquier condición lumínica, te darás cuenta de lo mucho que la mayoría
de aficionados usan el flash innecesariamente. También es importante
que sepas cual es la velocidad de obturación mínima con la que puedes
captar la mayor cantidad de luz posible sin trepidación. Tus fotos serán
más naturales y estéticas.
Limítate a usar el flash más adelante, y sólo cuando quieras
modificar la iluminación de la escena por motivos estéticos, si dispones
de un flash independiente, que puedas rebotar, disparar desde fuera de
la cámara, o al menos suavizar con un difusor.
4. Equivócate, sin miedo
No hagas 10 fotos de la misma escena. Trata de hacer una, o dos como
mucho, pero que sean buenas. Aunque es muy tentador hacer montones de
fotos para que, por cuestión de probabilidad, alguna salga bien,
conforme pasen los meses seguirás necesitando 10 disparos para conseguir
una buena foto.
Es preferible obligarse a hacer como mucho
una o dos fotos de una escena,
de las que luego puedas aprender en qué has fallado si han salido mal,
que hacer 20 de las que sólo se salve una, por puro azar. Cuando uno
hace una buena foto por azar, ignora las que salieron mal y por qué le
salieron mal, y no aprende nada para la próxima vez. Cuando uno, por no
usar correctamente la cámara, hace mal una foto que podría haber sido
buena, puede aprovechar la situación para aprender de su error y no
volver a tropezar en él.
5. Haz fotografías en formato RAW
El formato
RAW abre muchas posibilidades
para la edición y el postprocesado de tus fotografías. Por ello, si
quieres aprender en serio, es bueno que comiences a hacer
tus fotos en RAW desde el principio. Si inicialmente no sabes revelar o editar tus fotos en
RAW, una buena idea puede ser configurar tu cámara para que haga fotografías en
RAW y
JPG al mismo tiempo. Aunque por ahora sólo uses los JPGs, te aconsejo que guardes los
RAW. Cuando con el tiempo vayas aprendiendo, podrás volver a los archivos
RAW de todas tus fotografías, y sacarles todo el jugo. ¡En eso se fundamenta el barbecho fotográfico, un gran aliado del fotógrafo principiante!
6. Ve familiarizándote con el software
Hacer click con la cámara es el punto de partida, pero
la edición y el postprocesado
también son sumamente importantes. Has de saber que los ajustes que
configures en tu cámara de saturación, contraste, nitidez, reducción de
ruido, etc, sólo afectan a las fotos que hagas en
JPG, pero no a las fotos en
RAW, que guardarán la imagen “en bruto”, sin procesar, tengas la configuración que tengas en tu cámara.
Para editar tus fotografías
RAW, o hacer ajustes adicionales a tus fotos en
JPG
necesitarás algunos programas informáticos. Los más populares, como
Photoshop o Lightroom son muy caros, pero tienes opciones libres y
gratuitas que ofrecen posibilidades similares para el fotógrafo
aficionado.
The Gimp te servirá para retoques más complejos, mientras que
UFRAW o
Raw Therapee te permitirán editar tus fotografías en
RAW. En el CD que venía en la caja de tu cámara probablemente también tengas algún programa de utilidad.
7. Observa buenas fotografías
Ver buenas fotografías puede servirte como fuente de inspiración, o incluso también para
ver qué podrías llegar a ser capaz de hacer
si te vuelcas en esta afición. Aunque una de las formas más comunes de
ver fotografías es visitar comunidades como Flickr, es bueno saber que
las fotografías más accesibles y visitadas en este tipo de página son
las más populares o impactantes, pero no necesariamente las mejores. No
te dejes impresionar fácilmente, y trata de conceder más importancia a
aquello que te gusta, que a aquello que te llama la atención por no
saber cómo lograrlo. En Xataka Foto en ocasiones también hacemos mención
a grandes fotógrafos o galerías de fotografías, de los que poder empaparse.
Por otro lado, si vas a hacer un viaje a algún sitio o vas a hacer
cierto tipo de fotografía (deportiva, retrato o paisaje, por ejemplo)
puede ser bueno hacer una búsqueda previa en Flickr de fotografías de
ese lugar o disciplina fotográfica, para ir planteándote posibilidades e
ideas que luego puedas plasmar con tu cámara. Tratar de hacerte una
imagen mental de la foto que quieres hacer y luego intentar buscar
conseguir el resultado más parecido con tu cámara puede ser un buen
ejercicio de aprendizaje, alternativo al tradicional
“disparar a todo lo que se mueva porque sí”.
8. Sé humilde, y trata de no dejar de aprender
Si te abres una cuenta en flickr y comienzas a participar subiendo
fotos y comentando en las fotos de otros, pronto comenzarás a recibir
halagos hacia tus fotos. Por mucho que quieras evitarlo, pronto
comenzará a aumentar tu ego de manera exponencial, llegando a creer en
muy poco tiempo que tienes un talento innato. Obviamente, eso hace mucho
más divertida y emocionante esa afición, pero te aconsejo que
recapacites con humildad y trates de seguir aprendiendo.
Esos halagos, en muchos casos, vienen de otros aficionados que
también están empezando, cuyo criterio puede ser muy discutible, y cuya
principal motivación para escribirte sea la de recibir así luego un
comentario tuyo recíproco. Pisa tierra. Es imposible que en unas semanas
o meses hayas desarrollado un estilo, o hayas llegado al cénit de tu
aprendizaje. Es mucho mejor
disfrutar de todo esto con algo de humildad,
dándole a las comunidades sociales de internet la importancia que
tienen, pero no más, y evitar encasillarse en un estilo, procesado o
tipo de fotografía, por muy llamativa e impactante que le resulte a tus
contactos. Haz las fotografías que te gusten, no las que más impacto
vayan a tener entre los que te rodean. ¡Que tu principal criterio no sea
el reconocimiento social!
9. No pienses más en el equipo fotográfico
Con tu nueva cámara réflex (la que sea), un objetivo (el que sea),
una batería y una tarjeta de memoria tienes más que suficiente para
comenzar a aprender e ir haciendo grandes fotos durante mucho tiempo. No
necesitas una cámara mejor, ni más objetivos, ni un flash, ni un
trípode, ni nada de nada. La experiencia, con los meses o años, te irá
diciendo en qué te quedas corto. ¡Yo llevo 3 años haciendo fotografías y
jamás he usado un trípode!
Cuando al poco tiempo de comenzar a hacer fotografías pase por tu
cabeza la idea de mejorar o ampliar tu equipo fotográfico, piensa
seriamente qué limitaciones reales te impone tu equipo, y
qué limitaciones reales estás imponiendo tú a tu equipo. En la mayoría de ocasiones, las segundas ganan por goleada, aunque nos cueste verlo.
10. Practica, disfruta y diviértete
Yo aún no entiendo como no descubrí antes la fotografía, con lo
divertida, adictiva y creativa
que resulta. La clave probablemente esté en hacer muchas fotos (que no
es lo mismo que muchas tomas de la misma foto), ser perfeccionista y
tratar de seguir avanzando, y divertirse con ello.
No es necesario que hagas las mismas fotos que todos los demás.
Prueba cosas nuevas. Tal vez si vas de viaje lo que más te guste no sea
hacer fotografías de monumentos, sino captar escenas urbanas. Tal vez
salgas al campo y en lugar de centrarte en los grandes paisajes
prefieras captar pequeños detalles de la naturaleza. Experimenta y, con
cuidado para no encasillarte en algo nada más empezar, disfruta con
aquel tipo de fotografía que más te llene.